Despedidas
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Juana
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2.11.18
¡Qué extrañas son las despedidas! ¿Verdad?.
Cada una tiene un olor y un sonido diferente, la tuya, en concreto, huele a nieve y a otoño
y suena como un rebaño de ovejas al paso y como las hojas secas en el suelo cuando las pisan tres pequeños pares de pies.
Son tan extrañas las despedidas ¿verdad?
Hasta siempre.
Un beso...
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Publicado por
Juana
en
21.2.17
Un beso, solo un beso, suplico él mientras acariciaba con delicadeza su rostro. Ella
suspiró, sus gestos negaban lo que realmente ansiaba su corazón,
sus más ocultos deseos, desacerse en un beso enterno, entregarse al
amor.
Fue incapaz de faltar a su honra, incapaz de dejarse llevar, incapaz de sucumbir a la locura de un amor prohibido, de un amor loco, de un amor irracional.
Cuánto le dolió ese beso,
cuando el férretro de su amado vio pasar por debajo de su balcón,
cuanto le dolió aquel beso que jamás se hizo ralidad, que no pudo, nisiquiera, llegarse a materializar.
Isabel se desplomó en los
brazos de Diego, después de entregarle el beso que le había
negado en vida. Teruel se desizo en lágrimas, y lloró el cielo, y
lloró el alba, lloranron las estrellas, y los pájaros gimieron y el
viento se tornó lastimero, a cada ricón de la villa llegó el eco del beso maldito que les robó la vida.
Solo hayaron consuelo, aquellos que comprendieron que su amor no pertenecía a este mundo.
"Su amor no pertenecía a este mundo"
El Amor siempre será
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Juana
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5.10.16
Fue un amor lento, un amor de caricias y noches en vela. Fue un amor furioso y dulce, sabía a miel y olía a rosas.
Fue un amor loco y desesperado. Fue un amor regado por un millón de sueños y un beso robado. Fue un amor impaciente y fugaz, audaz y valiente.
Fue demasiadas cosas ese amor... demasiadas noches, aunque, tan solo unos pocos días. Fue porque ya no es y no es porque un día fue.
Hay amores que son y otros que fueron, unos todavía duran y otros nunca volvieron. Nunca olvides ese otoño en el que un beso duró un segundo pero, aun así, fue eterno.
Los amores son, pero, quizás, mañana no sean. Vive el amor como si dejara de ser, porque el amor siempre será aunque deje de serlo.
"Fue un amor impaciente y fugaz, audaz y valiente"
¿Amor?
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Relato
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Publicado por
Juana
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3.12.15
Un día el amor ya no dejará marcas, un día volverás a ser libre, un día, tal vez cercano, tu alma volverá a ser solo tuya.
Ella creyó que era amor, pensó que la incertidumbre de como será hoy con ella, era amor. Pensó que las palabras bonitas después de una dura discursión en la que la humillación, y los insultos la hacían llorar, era amor. Pensó que el sexo en cualquier momento y lugar era amor. Pensó que esa mezcla de desorientación, dolor, angustia y desconcierto, era amor.
¿Pensó? creo que todavía lo piensa y que en silencio espera que él vuelva y la ayude a permanecer a su lado, porque sin ella no es nada.No es nada sin la sensación de que es suya, sin la sensación de que le pertenece y haga lo que haga diga lo que diga sabe que volverá, porque le ha dicho que jamás será felíz con otro hombre, porque la ha convertido en una sombra de lo que era, porque ella no es si él y él no es sin ella.
Y así se justifica el amor, no puedo ser sin ti, pero me da igual si logro hacerte feliz, o si me tienes miedo o si te sientes sola, porque sabes que no puedes ser sin mi y eso es lo que importa, mañana iré a verte y te dedicaré una seductora sonrisa y tras varias palabras bonitas, y abrazo, volverás a ser mía.
"Ella no es si él y él no es sin ella"
El mar
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Relato
·
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Juana
en
19.2.15
Una brisa cálida
acariciaba su pálida piel, los rayos de sol la bañaban con
delicadeza, el aire olía a sal el ambiente era salado, se sentó en
la arena blanca a pensar. Y recordó aquellos tiempos pasados en los
que había sido alguien importante, en los que se había sentido
querida y valorada, en esos años que habían supuesto su verdadera
destrucción.
Ahora ya no
consumía, hacía casi dos años que había dejado de pincharse y
aunque a veces la necesidad de evadirse del mundo era más fuerte que
su propia voluntad, sabía que jamás sería capaz de volver a
hacerlo.
NUNCA MÁS, se decía
mientras abrazaba su cuerpo y dos lágrimas secas recorría su
blanquecino rostro, no sabía exactamente por qué lloraba, no era de
alegría, pero tampoco de tristeza, algunas veces somos incapaces de
describir lo que sentimos, algunas veces lloramos de felicidad, otras
veces reímos por no llorar, es tan compleja nuestra mente que ni
siquiera somos capaces de justificarnos a nosotros mismos, que no
somos capaces de explicar lo que sentimos.
Ahora se encontraba
allí frente al mar y se sentía tan insignificante, que hasta una
leve brisa podría derrumbarla y destrozarla por completo. Se lo
había prometido a él “Prométeme que cuando te encuentres a ti
misma, cuando estés en paz con tu yo interior, irás a ver el mar y
dejarás que las olas acaricien tu cuerpo y la sal seque tus heridas”
. No se había encontrado a si misma, no se encontraba en paz con su
yo interior, pero estaba convencida que eso jamás pasaría, el mar
no iba a acariciar su cuerpo, ni la sal secaría sus heridas. Aquella
mañana se levantó y supo que era el momento de cumplir su promesa,
y salió de casa con ganas de encontrarse con el horizonte.
Llegó el atardecer
y seguía ahí, totalmente inmóvil mientras se acercaba el
crepúsculo y el color naranja del cielo se extendía por cada
rincón, no pensaba moverse, al menos no por el momento, sentía una
paz que hacía mucho tiempo que anhelaba, quizás estaba empezando a
encontrarse, sonrió y observó como el sol se fundía con el mar,
sumiendo la playa en una noche oscura y profunda.
“Prométeme que cuando te encuentres a ti misma, cuando estés en paz con tu yo interior, irás a ver el mar y dejarás que las olas acaricien tu cuerpo y la sal seque tus heridas”
Recuerdos
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·
Publicado por
Juana
en
8.6.14
Aún recuerdo aquel día, en el que te
cruzaste en mi camino, recuerdo tus palabras, y tu risa, me acuerdo
que me decías que no estaba haciendo lo correcto y que no te gustaba
verme sufrir. No recuerdo cuando me dijiste el primer “Te quiero”,
creo que no me lo tomé demasiado enserio, pero , como he dicho, no
me acuerdo. Sí recuerdo la primera vez que escuché tu voz, no tenía
ni idea de lo mucho que me encararía en un futuro. Más tarde me
confesaste que aquel día estabas nervioso “¡Qué tontería!”
pensé, pero no me pareció una tontería estarlo justo antes de
abrazarte.
Recuerdo nuestro primer beso, y las mil
mariposas que correteaban por mi estómago inquietas la primera vez
que me besaste el cuello, recuerdo nuestras primeras caricias,
nuestra primera vez.
No me acuerdo de todas nuestras
conversaciones, ni todos nuestros planes. Pero sí recuerdo tu olor y
la primera vez que nos duchamos juntos. No sé si recuerdo las
últimas palabras que me dijiste la última vez que nos vimos, pero
sí ese beso que nos dimos en la estación, según tú “el más
bonito de todos”.
Recuerdo que nunca me sentí sola a tu
lado y lo mal que lo pasé esos meses que un pudimos apenas hablar,
recuerdo algunos celos si me sentía ignorada, recuerdo algún llanto
si no sabía de ti. Recuerdo nuestros enfados, y nuestras
reconciliaciones, recuerdo que fueron pocos.
Recuerdo las veces que me sentí
a gusto contigo, y me parece increíble no recordar cuando empecé a
amarte. Quizás te amo desde que entraste a mi vida, tal vez te amo
desde mucho antes de ser consciente.
“¿Qué es un hombre sino la suma de
todos sus recuerdos?” sé que esta frase te encanta y por fin la
entiendo. Quiero que sigamos construyendo recuerdos, que nos sigamos
construyendo a nosotros mismos, que en un mañana seamos la suma de
todos nuestros recuerdos juntos, y que estos recuerdos no sean solo
eso recuerdos.
"Recuerdo nuestro primer beso, y las mil mariposas que correteaban por mi estómago inquietas la primera vez que me besaste el cuello"
Un grito de amor desesperado.
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Publicado por
Juana
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27.5.14
Amada mía, hoy llegó
correo desde el frente y no recibí ninguna carta tuya, hace más de
dos meses que no sé nada de ti, hace más de dos meses que no duermo
por las noches ¿Acaso ya no me quieres? ¿no recuerdas quien soy? ¿
acaso no me echas de menos? ¿ya no me amas?. Dímelo por favor,
bueno... mejor no me lo digas, no podría soportarlo, si me dejases
de amar mi corazón se detendría en el acto, por eso sé que me amas
porque mi corazón sigue latiendo, aunque cada día late más lento,
la melancolía lo enferma.
Cada vez que no recibo
una carta tuya, muero un poco, mi alma se está marchitando ¿ por
qué lo permites? ¿Acaso necesitas una prueba de mi amor? Lanzó
preguntas al viento porque sé que jamás tendrán respuesta. Estoy
preocupado, ¿Por qué no respondes a mi desesperado grito de amor?,
tengo miedo de que te haya pasado algo, aquí no puedo saber de ti si
no es a través de tus propias palabras, estoy incomunicado y solo,
no creo que puedas imaginarte lo dura que es la guerra, pero más
dura es a vida que sin ti.
Cada noche me voy a
dormir con tu retrato, estás tan hermosas, que bien supo captar
aquel hombre tu belleza, que bien plasmó tu inocencia, tu alegría,
aquella luz de tus ojos, tan tuya que sabes que a mí me vuelve loco,
tu piel dorada que destaca tus graciosas mejillas color de rosa, tu
pelo y esos tirabuzones que se enredaban en mis dedos las noches de
invierno, esos carnosos labios que aquel día eran rojos, aunque
cambiaban de color a un magenta claro cuando sonreías, ¡Lo que
daría por volver a besarte! ¡Daría lo que fuera por tenerte de
nuevo conmigo!, las noches son largas, los días un infierno, las
bombas los disparos, no duelen más que tu indiferencia, no asustan
tanto como tu ausencia.
Por favor, escríbeme
pronto.
Si me dejases de amar mi corazón se detendría en el acto, por eso sé que me amas porque mi corazón sigue latiendo
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